No quería referirme al asunto, pero ya ha escalado lo suficiente como para dedicarle unas líneas. Las declaraciones del General Donayre y la reacción chilena, tanto del gobierno como las opiniones que he escuchado y leído en Internet, muestran lo poco que entendemos en Chile a nuestros vecinos peruanos y explica por que, pese a que en ambos países hay grandes deseos de amistad pasamos año tras año entre incidentes y discusiones.
Lo primero que hay que entender es que somos países distintos y la amistad debe fundarse en conocer esas diferencias. Es inconcebible que el General Izuerieta o Ewing Pinochet dijeran cosas semejantes en Chile, eso los haría quedar como tontos o fanfarrones, incapacitados para mandar el Ejército y se habrían ido automáticamente para la casa, para que hablar del escándalo que se formaría en el Perúen una situación similar.
El Perú es distinto, ellos perdieron la guerra y sufrieron una ocupación larga y vejatoria por lo que siempre existirá esa animosidad verbal, como la tuvo Velasco Alvarado y más tarde Ollanta Humala que hablaba de que solo visitaría Arica arriba de un tanque. En Perú esas bromas son comunes, yo diría hasta saludables para las relaciones entre ambos países, las he escuchado muchas veces y a nadie llaman la atención. Desde el punto de vista peruano Donayre no hizo otra cosa que decir francamente una pachotada, como el mismo admitió.
La reacción de la presidenta chilena fue desastrosa, anunciando anticipadamente su destitución como Comandante en Jefe, eso es un error garrafal, porque Chile no tiene por que pronunciarse en lo que es un asunto estrictamente de política interna en Perú, en el fondo la presidenta y la diplomacia chilena se pusieron al nivel de Donayre en cuanto a desatino y una vez más empezaron los roces y desaires a los que ya estamos acostumbrados.
La estupidez consistió en juzgar las actuaciones peruanas con el framework chileno, Perú es un país diferente, con sus propios códigos y traumas. En Chile a cualquier general por mucho menos lo dejan cesante de inmediato, pero eso es Chile, otro país, otra historia, otros códigos y otra manera de hacer las cosas. La diplomacia es estúpida cuando es inacapaz de empatizar y comprender el punto de vista del otro, ese fué el gran error de USA en Vietnam como reconoció después McNamara y también el error de la presidenta y la diplomacia chilena.
Al final el único ganador neto fue el General Donayre, que desvió la atención sobre el feo asunto de los combustibles y dejó a su archienemigo, el congresista suspendido Gustavo Espinoza como un traidor a la Patria por haber llamado la atención sobre el video, de paso se hizo bastante popular en Perú con su numerito, muchos lo podrán despreciar personalmente pero no podrán negar que les cayó bien la broma. Pese a lo que creen muchos esta no fué una actuación estúpida y el General jugó bastante bien sus cartas. Perjudicados los gobiernos del Perú -que tuvo que dar explicaciones que muchos consideran humillantes- y el de Chile que se agregó un incidente a título de nada.
¿Consecuencias? probablemente ninguna aparte del intercambio de desaires. El Perú no está en posición ni nadie desea llegar más allá de reclamar por la arrogancia chilena, como siempre lo han hecho. Acá en Chile seguiremos dándoles inútiles consejos de como manejar su país según nuestro modelo y nuestra idiosincracia, vano intento que seguirá acumulando mala voluntad. Y yo me tendré que comer alguna que otra broma pesada en Tacna, total, da lo mismo, si para sufrir nacimos.